¿Qué es este trastorno? De acuerdo a la American Psychiatric Association se dice que:
La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que 1) Se ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás y 2) La persona ha respondido con un temor, desesperanza u horror intensos. En niños se puede expresar en comportamientos desestructurados o agitados.
El acontecimiento traumático es re experimentado persistentemente a través de 1) Recuerdos recurrentes e intrusos que provocan malestar e incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. En niños: juegos repetitivos donde aparecen temas del trauma. 2) sueños recurrentes del evento que procuren malestar.
En niños: sueños terroríficos de contenido irreconocible. 3) Sensación de revivir la experiencia. En niños: re escenificar el acontecimiento traumático específico 4) Malestar psicológico intenso con el recuerdo 5) Respuestas fisiológicas.
C: Evitación persistente de estímulos asociados al trauma 1) Pensamientos, sentimientos o conversaciones 2) Actividades, lugares o personal 3) Incapacidad para recordar un aspecto importante 4) Reducción de interés o participación en actividades significativas 5) Sensación de desapego o enajenación frente a los demás 6) Restricción de la vida afectiva 7) Sensación de un futuro desolador.
D) Síntomas persistentes de aumento de la activación
(Ausente antes del trauma) 1) Dificultad para conciliar o mantener el sueño 2) Irritabilidad o ataques de ira 3) Dificultad para concentrarse 4) Hipervigilancia 5) Respuestas exageradas de sobresalto
Estas alteraciones se prolongan más de un mes.
F: Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes.
Sobra decir la razón por la cual decidí escribir acerca de este tema. No creo que exista una persona, que de alguna u otra manera haya estado expuesta a los temblores de septiembre, que no esté afectada, ya sea física o emocionalmente. Porque aún aquellos que dicen no haberlo sentido o no haber tenido miedo, han vivido y visto las consecuencias terribles de dichos desastres.
A manera de conclusión podemos entonces decir que ahora, a tres semanas del sismo estamos experimentando estrés agudo. Se sabe que después del mes, si seguimos padeciendo esta sintomatología ya pasa a ser estrés postraumático.
Así es que, si ese periodo se rebasa, lo mejor es pedir ayuda especializada.