¡ES QUE NADIE NOS ENSEÑO A SER PAPAS!

Efectivamente, así es. Este es un comentario que escucho frecuentemente en sesión. Sin embargo, tampoco a nuestros papás, abuelos, bisabuelos, etc los enseñaron. Y miren nada más, no me convertí en una delincuente ni drogadicta (ja,ja,ja). En cambio ahora… vean que difícil es poner límites y ser firme. Con eso de que no quería yo “traumar” a mis hijos! Les fuimos permitiendo una serie de “cosas” que acabaron convirtiéndose en una “bola de fuego” muy difícil de apagar.

Esta circunstancia se inicia desde que nacen los niños, ya que nos cuesta mucho trabajo dejarlos llorar, “nos duele el alma”, y ahí estamos cargándolos, meciéndolos, metiéndoles el chupón y quien sabe que otras “mañas”. Entonces “aunque de verdad usted no lo crea” los niños van aprendiendo como hacerle para que los carguen.

Y de ahí seguimos  “hasta el infinito”. Que si no quiere comer verdura… “ es porque no le gusta”;  que si no quiere hacer pipi en el escusado … “ es que está muy chiquito”; que si no quiere gatear… “ ay no porque se ensucia”.

Y conforme va creciendo, que si no quiere hacer tarea “ay no pobrecito, viene muy cansado de la escuela”; que si tienda su cama “ ay no como, está muy chiquito” “ no le da tiempo”.

En fin, ejemplos mil. Y con esto lo único que se logra es tener hijos sin responsabilidades, que se van acostumbrando a recibir todo, sin dar nada a cambio. Y no es porque “ tengan que pagar” sino que vayan aprendiendo a ser responsables, tolerantes , agradecidos, con las palabras mágicas “gracias “ y “ por favor”.

Me viene a la memoria una ocasión  en que tuve una entrevista con unos papás, en donde al final les dije que en la siguiente sesión evaluaría yo a los niños y después les comentaría a ellos mis observaciones. Ambos dijeron “ ¡ Uy pues a ver si quiere¡” tenía 6 años. Yo , para mis adentros, pensé “¿Cómo? ¿ Pues quien manda?”… Les cuento… afortunadamente yo mandé. Actualmente ese niño tiene 10 años, y ya sabe quien manda.

 

Alejandra Corell